Me gustaría compartir una breve explicación del porque elegí el budismo como una guía o mapa que me ayudaría a resolver las preguntas importantes (y las estúpidas también) en mi vida.

La ética es una de las cosas más importantes que puede tener un hombre. Y cuando hablo de ética no hablo de moral. La ética comprendida como el código a través del cual la persona lleva a cabo todas las acciones de su vida. Y es la ética budista la que me sedujo (uuuuuUUUuuu)

El principio fundamental del comportamiento budista se basa en ahimsa (NO ocasionar ningún daño) seguido por el camino de en medio que se refiere a la moderación en todo. Estas dos cosas hacen tanto sentido para desarrollar una vida feliz, que no pude evitar estudiar más.

En teoría todos estamos de acuerdo en no hacer daño, pero en la práctica, siempre asoma una aparente buena razón. Como el que alguien ataque nuestra manera de pensar (o religión), la invasión del territorio, el alimento… y terminamos haciendo daño en mayor o menor grado. Esto inevitablemente acarrea sufrimiento. Es complicado ser feliz así.

La enseñanza del desapego y de la impermanencia de las cosas, por otro lado, ha sido profundamente útil en mi vida. No es que ya esté desapegada o que no lamente mis pérdidas, pero puedo decir que a la hora de enfrentar un cambio o pérdida, tengo a mano este principio que si bien no hace fácil el pasar a través del momento, si le da un propósito y un sentido.

Nuestro comportamiento habla más fuerte que nuestras creencias, fe o ideologías. Y es el que verdaderamente dirige nuestros pasos hacia el bienestar o hacia el sufrimiento.