Mi práctica budista

21 de diciembre de 2022
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A lo largo de los años que llevo practicando el budismo como filosofía de vida, nunca he asistido regularmente a un lugar o grupo de estudio, esto es porque cuando comencé con el asunto budista, mi horario de trabajo y mis obligaciones como papá no me lo permitían. Así que decidí armar mi propia práctica budista, adaptada a mi estilo

A lo largo de los años que llevo practicando el budismo como filosofía de vida, nunca he asistido regularmente a un lugar o grupo de estudio, esto es porque cuando comencé con el asunto budista, mi horario de trabajo y mis obligaciones como papá no me lo permitían.

Así que decidí armar mi propia práctica budista, adaptada a mi estilo de vida y a lo que yo necesitaba/buscaba.

Aquí está un panorama general de mi práctica, que creo, te puede ayudar a armar tu propia práctica si lo necesitas.

UNO.

Leer, reflexionar y encontrar como aplicar en mi vida diaria las enseñanzas y herramientas del Noble Óctuple Sendero, hay un libro titulado «Lo que el Buda enseñó» de Walpola Rahula, que a mí me resultó muy útil.

Esto no es algo que se logra en una tarde, requiere disciplina, compromiso y mucha atención plena, al inicio, te va a costar mucho trabajo y vas a apestar en ello.

La buena noticia es que una o dos semanas después de practicar con disciplina vas a ir viendo pequeños avances, y bueno, meses o años después verás muy buenos resultados.

La meta es lograr que los valores y paradigmas budistas contenidos en el Noble Óctuple Sendero se conviertan en segunda naturaleza.

Tal vez haga un taller sobre esto en 2023.

DOS.

Meditar todos los días, por lo menos 5 minutos, y si ya tienes más experiencia en ello, de 10 a 20 minutos.

Pero no se trata de cualquier tipo de meditación.

Los dos tipos de meditación que uso yo son: el Zazen y la meditación con visualización de una Figura Búdica.

Para mí, el Zazen se trata de sentarse, respirar, contemplar todo lo que surja en la mente y dejarlo ir, sin identificarse con ello, sin engancharse y sin pelear con eso que aparece.

Dicho de una manera más poética, se trata de sentarse a buscar sin buscar, el silencio de la mente.

No es dejar la mente en blanco, eso es imposible.

Lla mente siempre estará produciendo objetos mentales, pero yo no soy mi mente, uso mi mente.

Así que cuando surge un objeto mental, puedo decidir identificarme con él o no, engancharme con él o no, pelearme con él o no, es pura práctica, y la práctica se lograr, pues sentado en Zazen.

La meditación con la visualización de una Figura Búdica, se trata de sentarme, respirar, y después de unas 10 o 20 respiraciones profundas, visualizo que estoy en presencia de un Buda, por ejemplo de Sidharta Gautama o de un Bodhisatva, como Avalokiteshvara, que representa compasión infinita.

Esta meditación no la uso como un asunto religioso o de éxtasis místico, la uso para apropiarme de las cualidades que los Budas y Bodhistavas representan.

A la hora de visualizar a la Figura Búdica, me imagino lo que se sentiría estar en la presencia de alguien que admiro y que tiene un juego de cualidades que deseo para mí.

Por ejemplo, si es Sidharta Gautama, el Buda histórico, me pregunto: ¿Cómo me siento ahora que está el Buda aquí en el cuarto conmigo?

Mi respuesta puede ser algo como: me siento alegre, en paz, maravillado, motivado, curioso, afortunado.

La clave es imaginar que Buda, realmente está ahí conmigo, compartiendo el mismo tiempo y el mismo espacio, para mí, es como estar con una estrella de Rock que además es una maravillosa persona.

Me quedo con esa visualización y con esas emociones unos 10 minutos, y después visualizo que la figura búdica se fusiona conmigo, me apropio de todas su cualidades y me pregunto: ¿Cómo se siente encarnar esta serie de cualidades? ¿Cómo vivo mi vida ahora que soy esta o aquella figura Búdica?

Con las respuestas a estas preguntas genero una serie de emociones súper lindas y me quedo contemplándolas y sintiéndolas hasta terminar la meditación.

Para hacerlo variado, dividí las meditaciones por días:

De lunes a miércoles, hago por lo menos un par de sesiones de Zazen, una en la mañana y otra en la noche.

De jueves a sábado medito con alguna figura búdica: Buda Shakyamuni, Amitabha, Avalokiteshvara, Dorje Drolo o Mahakala.

TRES.

El domingo, hago una meditación con la visualización de una figura búdica especial: Yo.

En esta meditación, me veo a mí ya iluminado, me veo en el momento en el que ya alcancé la iluminación, es decir el momento en el que ya soy libre del sufrimiento en todas sus formas, libre de las cadenas del apego, la aversión, la avidez y la ignorancia.

Eso quiere decir que esas cosas todavía surgen en mí, pero ya no me dominan, las veo surgir y las veo desaparecer, como las olas del mar.

Entonces, me veo ya iluminado, y me pregunto: ¿Cómo suena mi voz ahora que soy libre? ¿Qué palabras uso? ¿Cómo trato a mi mamá, a mi hermana, a mi hijo, a mi pareja ahora que soy Buda? ¿Cómo me relaciono con las personas de mi trabajo desde mi estado de Buda? ¿Qué música escucho? ¿Cómo me hablo ahora que soy Buda? ¿Cómo disfruto las cosas ahora que soy plenamente libre?

Me imagino a detalle cada una de las respuestas y me doy espacio para sentir lo que esas respuestas detonan, que puede ser amor, alegría, gozo, paz, ecuanimidad o hasta euforia. 

Me quedo en ese estado durante 10 o 15 minutos y listo, meditación terminada.

Visualizarme ya en mi versión Buda, hace que el resultado de mi práctica se vuelva práctico, tangible y cercano.

Me ayuda también a decirle a mi cerebro las cualidades y emociones que quiero vivir y me familiarizo con ellas.

Para que poco a poco me sea más natural habitar ese estado emocional, hasta que en algún momento, ese estado emocional y físico, sea segunda naturaleza también.

Y listo, esa es la práctica budista que he llevado por varios años, aderezada con algunos cursos y charlas que he tomado con diferentes maestros, y muuuy condimentada con personas y situaciones normales de la vida diaria que son los mejores entrenadores para poner a prueba todo lo que aprendo y quiero dominar dentro de mí.

Nunca había puesto por escrito mi práctica, es algo que comenzó de manera muy orgánica e intuitiva, así que ha sido un bonito e interesante ejercicio ponerla en palabras para compartirla contigo.

Espero te ayude en tu propio camino espiritual.

Si decides usar mi práctica como ejemplo, pruébala por unos 3 o 4 meses, para que de verdad le tomes el sabor al asunto.

No te desanimes si al principio te cuesta trabajo visualizar, con paciencia y disciplina lo puedes lograr.

No olvides agregar las Figuras Búdicas que hagan eco contigo.

Si tienes dudas sobre cómo trasladar mi práctica a tu vida, mándame un correo a nadamasjuan@gmail.com y platicamos del asunto, ya sea que te pueda dar un par de sugerencias o tal vez necesites y quieras una sesión de enseñanza más estructurada, esas sí las cobro, pero las sugerencias son gratis.

Gracias por leer.

Juan.

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