Budismo y dinero
Hace dos años el editor de la sección Dinero de la revista Expansión me pidió hacer un reportaje sobre religión y dinero. Está de más decir que me entusiasmé con el proyecto, pero no pude conciliar bien el sueño esa noche.
El tema del dinero es un tema escabroso en nuestra cultura (occidental, mexicana, católica de tradición) y en general, tenemos la idea de que las religiones deben estar apartadas de estos asuntos mundanos (sin importar lo ricas que sean). Haré una serié aquí en Dharma Para la Ciudad de las entrevistas que hice para el reportaje en un futuro, pero mientras quiero platicar lo que he aprendido sobre el punto de vista budista sobre la lana.
Lejos de verlo como algo malo, bueno, esclavizante o ajeno, el budismo en general ve al dinero como una cosa más en esta vida a la que se le debe contemplar con mesura y desapego. En otros tiempos los mojes prácticamente no tocaban el dinero. Vivían de los que la comunidad laica les ofrecía. este era, un intercambio establecido y justo. Pero los monjes no estaban peleados con el dinero como decimos ahora, simplemente, no lo necesitaban para su vida, su meditación y sus enseñanzas.
Hoy, los monjes necesitan algo de dinero. Y los budistas fuera de los monasterios ¡más!Son otros tiempos. Así que el dinero se convierte para el que sigue las enseñanzas de Buda, en un elemento más del Samsara que hay que poner en equilibro.
Ni todo el amor… al dinero, ni todo el odio. Pero ¿cómo logramos usar al dinero como una herramienta sin consumirnos por su ausencia o su abundancia? Dándole una razón para estar en tu vida.
El Maestro Tony Karam de Casa Tíbet México me dijo que el usa el dinero en tres cosas:
1. Gastos de la vida diaria (ropa, alimento, manutención de la familia, salud, etc.)
2. Ahorro para el futuro lejano, para el futuro cercano, emergencias y “vacas flacas”
3. Dar. Para dar a otros.
Son tres propósitos muy simples y claros que el dinero de Tony tiene que cumplir. Si le damos un propósito a nuestros recursos más allá de nuestro propio placer inmediato, el conflicto de administrarlo y conservarlo se disminuye.
Y no digo que todo debamos regalarlo o donarlo (para la generosidad también debe haber ciertas reglas, luego platico sobre eso), sino desapegarnos de él como si fuera la fuente de nuestro bienestar, para ver y comprobar que solo es un medio más a través del cual llegamos del punto A al punto B.
Tener mucho dinero puede generar estrés y confusión. Tener poco también. Así que la administración equilibrada de lo que se tiene es una gran herramienta. Y este equilibrio lo encuentras dándole a tu lana tareas muy simples y claras de que hacer.
Esto, por supuesto no es una tarea fácil. Es sencillo, pero llevarlo a cabo nos tomará tiempo y práctica. Aunque vale mucho la pena.
Y creo que este tema da para más post… (:
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Gracias por comentar y participar (: abrazo
Hola So!
Pareciera que el transfondo del tema es que el dinero es «un mal necesario» sin embargo hemos sido nosotros los que lo hemos satanizado cuando en realidad es como tu mencionas: Una herramienta que usada de la manera no tanto correcta sino más bien adecuada, soluciona y hace más fácil nuestra vida diaria, ya que los problemas y dolores de cabeza por la falta de el, son por nuestra culpa. Me gusto mucho este tema y que bueno que lo seguiras tocando en otros posts. Saludos! =)
El chiste es no apegarse al dinero;
Es decir, no creer que es fuente verdadera de felicidad, y eso es lo que normalmente cree en la sociedad. Como budistas tenemos la gran sabiduria de Buda que nos libera de esos engaños…
Excelente aportacion… 🙂
Es muy bueno saberlo porque nos hace falta a todos como sociedad para no poner demasiado interés en el.
Gracias por dar este tipo de información es pero sigan con esto.
Salu2
Marisol
LanaBuda, creo que un punto importante que tocaste es que «son otros tiempo» y por lo tanto deberíamos adaptarnos a ese cambio, incluso la religión; reconocer que las cosas no son como hace 2000 años. Me gusta esa apertura de cabeza que tiene el budismo, denota inteligencia y sabiduría, no como otras religiones que siguen con las mismas ideas caducas y esclavistas de siempre que simplemente ya no funcionan.