Sobre el dharma
En el budismo existe un eje rector que le da estructura a toda la filosofía. Es llamada la Triple Gema y está compuesta por tres conceptos: Buddha, Dharma y Sangha (El que despertó, la enseñanza y la comunidad).
La Triple Gema o Joya es donde todos los budistas buscan refugio, no en el sentido de protección, sino en el sentido de sabiduría.
Hoy daremos un breve vistazo al Dharma, que no es el nombre de un proyecto del gobierno en Lost. Tampoco es la chica de aquel show de los 90’s, Dharma y Greg. El Dharma o Dahmma es la colección de enseñanzas que dejó el Buddha para mejorar nuestras vidas.
Básicamente, el Buda dejó una serie de preceptos para que todos los probáramos. 84,000 mil preceptos, en realidad. Y nótese que digo «probáramos» porque no existe un dogma de ninguna especie. Las enseñanzas dicen que debemos poner todo a prueba, a experimentación. Y si nos funcionan, las adoptamos. De lo contrario se deshechan.
La principal enseñanza, lo que hizo que Siddhartha se convirtiera en el Buda y de donde sale el budismo, son las Cuatro Nobles Verdades:
- La vida incluye sufrimiento
- Existe una causa del sufrimiento
- El sufrimiento siempre tiene un final
- Existe un Camino Óctuple que nos lleva a la cesación del sufrimiento
«El dharma puede aparecer o puede descubrirse en forma de pensamiento o por medio de indicaciones o diálogos entre maestro y discípulo, condicionados, claro está, por la naturaleza y la habilidad de la persona involucrada. Así pues, Buda no enseñó nada, aunque las enseñanzas para los seres aparecieron. El dharma aparece de un modo que concuerde con las percepciones de los seres y con su karma y sus condiciones circunstanciales. El dharma puede percibirse como las enseñanzas de un maestro, ya sean mentales, simbólicas o escuchadas. Puede aparecer como formas, sonidos, letras o pensamientos. Pueden provenir de seres realizados o seres corrientes, de árboles, del agua, del cielo, de las montañas, de la tierra, de las rocas, o de la mente. Todo dependerá del karma y las condiciones del receptor. Para una persona altamente realizada, todos los fenómenos pueden ser una fuente de dharma, mientras que para algunas personas los fenómenos sólo serán fuentes limitadas de dharma. Otras personas, en cambio, sólo acceden al dharma mediante las escrituras y las enseñanzas verbales. Para otros, incluso, nada es una fuente de dharma» (página 84 de «Las enseñanzas escondidas del Tíbet», de Tulku Thondup Rinpoché, Ed, Dipankara. Sabadell, 2010)