Para mí, la iluminación o el despertar es algo totalmente alcanzable, en una sola vida, y es un asunto totalmente personal e intuitivo.

Yo creo que no hay dos personas que lo vivan exactamente igual y no hay un criterio de evaluación para ello.

Vamos, hasta donde se, no hay un consejo de evaluación de personas iluminadas, o una autoridad que avale tu iluminación o que te diga que todavía no estás ahí.

Yo creo que después de cierto tiempo de práctica, que es distinto para cada quien, comienzas a darte cuenta de varias cosas y a vivir conforme a ellas.

Hasta que un día, estás viviendo libre de todas las cosas que te ataban, libre de todo lo que cargabas, y estás despierta o despierto a la total realidad de tu consciencia, tu cuerpo y tu mente. Con todo lo que eso implica.

¿Suena interesante no?

Bueno, en mi caso, el asunto se manifiestó como un saber intuitivo y una certeza hasta lo más profundo de mi ser, de que no soy ni mis pensamientos, y tampoco soy mis emociones.

Soy algo más que vive esos fenómenos y se da cuenta de ellos, y eso que se da cuenta, no tiene masa y no tiene existencia corpórea.

Esa misma sabiduría intuitiva incluye el darme cuenta de que el mundo que yo percibo es una construcción creada y sostenida por mí, que la mayoría de las cosas que me estresan, lo hacen porque yo decido estresarme, consciente o inconscientemente, pero lo decido yo.

Y puedo revertir esa decisión.

Me doy cuenta de que puedo elegir vivir a través de los programas precargados que tengo de mi familia y mi entorno (genes, hábitos emocionales, estructuras de pensamiento, discurso de los medios de comunicación, manifestaciones culturales, creencias espirituales, y un largo etc), o puedo vivir consciente, dejando que mi naturaleza búdica se exprese libremente.

Aquí, ahora, sin filtros y sin límites.

También me doy cuenta de que soy yo mismo quien sostiene día a día mi identidad (con todas sus neurosis y virtudes) y también soy yo mismo quien puede dejar de sostener esa identidad y mejor sostener mi naturaleza búdica día con día.

Para desde ahí hacer mi vida diaria, tan normal y común vista desde afuera, pero tan distinta y nueva, desde mi perspectiva, vamos sigo teniendo que trabajar, sigo teniendo que pagar la renta y sigo enfrentando dificultades internas y externas, pero lo hago con otra configuración mental, una configuración más despierta y que sigue evolucionando.

Porque mi naturaleza búdica no es más que otra configuración de mi propia mente.

No es un regalo celestial, ni es un premio, es algo que ya estaba ahí en mi mente, y que he aprendido a usar o es algo a lo que he aprendido a acceder.

De todo corazón espero que disfrutes mucho cuando ese momento de profundo despertar te llegue, porque estoy seguro de que un día, va a llegar.

Gracias por leer.

Juan.