La gran imagen
Ellos ya estaban ahí desde antes de que la luz los iluminara, pero con la luz empezaron a notar que eran muchos y que eran diferentes, con el tiempo empezaron a compararse entre ellos, pues las diferencias de forma eran evidentes y cada uno se sentía único, especial. La época que siguío fue muy dura, pues todos criticaban a todos y hacían todo por demeritar a los demás: a los que tenían algunas partes cóncavas, los tachaban de que evidentemente carecían de algo, a los que tenían partes convexas, les reclamaban que exageraban, se excedían y a los que tenían partes rectas los tildaban de tibios, de aburridos. El punto era que ninguno se salvara de la crítica de los demás.
Lo que complicaba todo es que además de las formas estaban las imágenes: cada uno de ellos tenía plasmadas entre sus formas dos imágenes, una que era exactamente igual a la de todos los demás y otra que era única en cada uno. Por supuesto ninguno de ellos le prestaba atención a las que eran iguales, pues no daba pie a comparaciones, pero por el otro lado todos se apresuraban a mostrar y presumir a los demás la otra imagen, seguros de que la suya era la más hermosa. Incluso empezaron a juntarse tan sólo con los que tenían imágenes o colores similares y pasaban el tiempo alabándose entre ellos y resaltando los aparentes defectos de los todos los demás. Algunos de los que tenían colores similares resultaban ser tan compatibles que embonaban a la perfección.
Tuvo que pasar mucho tiempo para que dejaran de pelearse, de criticarse y demeritarse entre ellos, tal vez se cansaron de tanta pelea sin sentido, tal vez se dieron cuenta de que por mucho que lo intentaran no iban a poder cambiar la forma de los demás e incluso llegaron a aceptar que estaba bien que cada uno tuviera su forma específica. Cuando las guerras y batallas entre ellos terminaron, empezó a ocurrir algo que ninguno de ellos podía haber imaginado anteriormente, cada uno empezó a darse cuenta de que no estaban ahí para pelearse por separado, sino para convivir como parte de algo más grande. Sólo en ese momento, empezaron a ver que cada uno tenía un lugar especial y que las concavidades o convexiones que habían sido motivo de disputa, ahora les servían para unirse más entrañablemente, una vez que se aceptaban entre sí tal y como eran. En ese proceso que más bien fue rápido empezaron a notar que las imágenes de cada uno sólo les servían para darle forma y color a una imagen mucho más grande y hermosa que le daba sentido a la existencia de todos ellos.
Estaría excelente dar crédito a los autores invitados… Más con aportaciones tan exquisitas como esta
Saludos
Aplausos!
Muy bien! 🙂 Excelente analogía!
Como dirían en Argentina «Aguante el rompecabezas!!» muy buena analogía. Sds, a todas las piezas del blog.
Sencilla y exquisita forma de ver nuestras vidas !!
Me encantó, pongan el crédito del autor, que está buenísimo
Me encanto, felicidades al Autor
HERMOSO!