Cuando comencé a vivir el Dharma no tenía claro el proceso interno por el que iba a pasar, como seguro a muchos nos ha pasado.

Y con el tiempo he notado que fui atravesando diversas etapas a medida que el Dharma se instalaba como nuevo sistema operativo en mi mente.

Se las comparto con este pequeño ejemplo, usando mis estados de ira con la idea que les pueda ser útil en su camino.

Y como siempre no me crean nada…si gustan póngalo a prueba y saquen sus propias conclusiones.

Mis estados de ira y yo.

Etapa Cero: Vivía exactamente igual que siempre, lleno de apegos, rechazos y deseos incontrolables, ah y con mucha ira, pero con un profundo deseo de tener las herramientas para cambiarme a mí mismo.

Primera etapa: Comencé a dejar de expresar plenamente mis patrones mentales negativos, por ejemplo: seguí reaccionando de manera iracunda en muchas situaciones, pero ya no gritaba  ni mucho mentos intentaba sacudir a la persona con un golpe. Seguía teniendo deseos de hacerlo claro, entonces optaba por irme a boxear con mi costal para descargar toda esa ira que había creado.

Segunda etapa:  Ya no gritaba, ya no quería hacerle daño a nadie, pero me seguía llenando de ira pero en menores cantidades.

Tercera etapa: Ya no gritaba, ya no quería hacerle daño a nadie, ya  no me llenaba de ira pero seguía habiendo un estado de desagrado, de profundo rechazo.

Cuarto etapa: Todo el inciso anterior con el añadido de que  comencé a notar que podía disolver la semilla de mis estados de desagrado y rechazo.

Quinta etapa: Inciso 5 a todo que da…disolviendo semillas inútiles  y sólo sembrando semillas útiles…para mí y para tod@s a mi alrededor.

Este proceso se puede resumir en:

Puse atención y logré re-enfocar mis reacciones fisícias

Puse atención y logré modificar mis reacciones físicas.

Puse atención y logré modificar mis reacciones y pensamientos.

Puse atención y logré modificar las semillas de mis pensamientos.

Pongo atención y una sonrisa…para no deshacer lo hecho, hacerlo florecer y compartirlo con sabiduría y compasión…y sigo aprendiendo…de todo y de tod@s.

El post fue inspirado por un gran arranque de ira que tuve hace unos días, como hace años no tenía, la causa real…fui yo…nada externo sólo yo…durante ese arranque noté dos cosas:

1. Mi primer reacción al ver que la ira se me había salido de control fue ponerme las vendas y golpear mi costal de box…para no hacerle daño a nadie con mis acciones o palabras.

2. La segunda reacción fue meditar en movimiento y dejar de ponerle atención a los pensamientos…para no hacer crecer la ira y no hacerle daño a nadie con mis pensamientos.

Ambas cosas fueron mi «defensa de emergencia»…y funcionaron.

kidbuda
medita y desafía