El silencio, el descanso

22 de febrero de 2012
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No se si es mi ciudad, mi país o así somos todos los seres humanos. Sospecho que no. Aquí en mi ciudad (México DF) pareciera como si el silencio fuera un monstruo horrible al que hay que ahuyentar a como de lugar. Si estamos en un restaurante, sin importar la categoría, habrá televisiones con fuerte volumen. Pareciera que uno no

No se si es mi ciudad, mi país o así somos todos los seres humanos. Sospecho que no.

Aquí en mi ciudad (México DF) pareciera como si el silencio fuera un monstruo horrible al que hay que ahuyentar a como de lugar. Si estamos en un restaurante, sin importar la categoría, habrá televisiones con fuerte volumen. Pareciera que uno no va a comer sino a ver la tele a estos lugares.

De las comidas corridas, bueno, pero hoy las televisiones se han apoderado de restaurantes con cuentas de $1,000 para dos personas. Triste para mi.

La gente va a los parques y se lleva los aparatos de sonido. No vaya a ser que el silencio los torture. Lo mismo en los parques de diversiones que si no es por la música de los visitantes, el propio parque le sube a su sonido ambiental.

Las cuadras aledañas a mi casa están llenas de camiones de carga, trailers, y trabajadores gracias a Don Marcelo Ebrard quien no deja de obrar en la ciudad. De pronto pasan unos camiones que hacen un ruido particularmente fuerte, tanto que hasta mis gatas han brincado del susto.

Y luego, en casa, mi marido es fanático de los videojuegos, así que cada vez que tiene un tiempo libre en el día, oigo balaceras, zombies gritando, muerte y destrucción. Cuando bien me va, es el Forza Motor Sport y es como el ruido de la ventana nomás.

El domingo pasado, estábamos en cama leyendo y mi esposo empezó a ver (y oir, claro) videos en su ipad. Salí corriendo a la sala. Cuando me preguntó, me di cuenta de que para verdaderamente descansar, necesito silencio. No de ese silencio de miedo que provoca estar en una cámara de agua salada cerrada, no. Silencio del que uno experimenta cuando está en el bosque, en la playa o en una calle tranquila.

El silencio de vez en cuando es indispensable para mi, y quizá lo sea para muchas personas. Es como el sueño. Necesario y reparador. Lástima que en mi ciudad y en general en mi cultura sea alejado como monstruo.

Búsca silencio en tu vida. 🙂

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Cometarios a "El silencio, el descanso"

  1. te entiendo perfectamente, ahora la gente busca ruido continuo para escapar de sus propios pensamientos.
    En lo particular paso la mayor parte de la mañana sin ruido en la casa, no enciendo radio ni televisión, algunas veces pongo música, pero en realidad prefiero el silencio.