Para practicar Dharma o entrenar nuestra mente, discurso y acciones no necesitamos vivir en un monasterio,alejarnos de la vida diaria y mucho menos pensar que está fuera de nuestro trabajo diario…aunque que para ser honesto, a mí a veces me cuesta trabajo entender que la oficina es un GRAN lugar para mi práctica de Dharma.

Me explico:

Estar encerrado no es mi hit.

Las juntitis no son mi hit.

Amo el silencio y tener tiempo para leer y meditar, trabajar en una oficina donde no hay un lugar para estar en silencio ni un cafecito cerca para sentarme a leer a representado una dificultad a sortear.

Amo estar en movimiento y estar sentado mas de 3 horas me vuelve loco.

No salir a mi hora no me late, tengo vida afuera y en mi trabajo…pareciera que aman pasar todas su horas en la agencia…y la lista podría seguir.

Con todo eso…comienzo a generar de manera inconsciente un profundo sentimieno de rechazo a todas estas pequeñas situaciones y a la oficina en sí. Primer paso para hacer de la oficina un #DharmaCamp: Eliminar la aversión o rechazo, para no sembrar semillas de ira, odio y malestar en general.

Paso 2: Recordar que primordialmente el Dharma se VIVE, en  TODA la vida diaria, en casa, en el cine, con mi pareja, en el tráfico, EN LA OFICINA con todo lo que  conlleva y no dejar que la imagen poética de mí mismo practicando Dharma en mi casa sólo y cantado como blancanieves me nuble la visión. Soy padre de un hermoso niño y tengo varias responsabilidades que atender y que para nada están fuera de mi práctica, al contrario son parte esencial de ella, son mi entrenamiento diario, es como  cuando entrenas box, que entrenas con el  costal para después subirte al ring y entrenar ahí, leer, observar y comprender  el Dharma es entrenar con el costal, vivir con Dharma es subirse al ring.

Como siempre…no me crean…póngalo a prueba y saquen sus propias conclusiones.

kidbuda
medita y desafía