Barreras personales
Pretexto 3542 para no afrontar las consecuencias de tus propios actos:
Yo no era así. Así me hicieron.
Soy un tipo bastante despreocupado. Por lo regular, en los problemas más fuertes de mi vida, conservo la calma y la paz interna. Pero esta frase es de las cosas que logran sacarme de mis casillas.
Por desgracia es una frase que significa muchas cosas negativas, pero en las culturas latinoamericanas es común que pongamos nuestras decisiones y destino en manos de otros o de seres supremos.
Engloba una cultura de rencor, auto protección y paranoia total ante las personas que nos rodean. Y es que el usar agentes externos como gatillos para el cambio es mucho más fácil que aceptar nuestro propio deseo de mover nuestra vida.
No hay un dios, vírgenes, ángeles, feng shui o hadas que guíen nuestra forma de ser y tampoco podemos adjudicar la personalidad a quienes nos han hecho daño.
Somos el resultado de lo que nunca hemos dejado ir, bueno o malo. Guardamos rencores y cariño por personas y situaciones, pero muchas personas lo hacen de manera patológica.
No tiene nada de malo recordar bien a los amigos de la escuela. Lo que está muy mal es pensar que los «mejores años de mi vida» fueron los años de escuela. De igual forma, si hubo alguien negativo en nuestras vidas, no hay porqué pensar que todo el resto de la humanidad es así.
Hoy es el mejor día de tu vida, por más duro que sea. Mira a tu alrededor. Las personas que están a tu lado en el autobús, en la escuela, en casa o en la oficina, son tus compañeros de viaje y tienen tantos o más problemas que tú.
Pensar que «así te hicieron» en el pasado, es cerrarte la puerta a la felicidad. Es ponerte una venda que cubre la realidad y que jamás te dejará avanzar. Es guardar tanto odio y rencor en tu corazón, que vives envenenado y con dolor.
Aun en los tiempos más amargos de nuestras vidas necesitamos ver las cosas como son. Sin apegos. Sin duda hay gente muy destructiva, pero en nuestras manos está el permanecer recibiendo el daño o movernos hacia adelante.
Poner esta hora, este día y esta semana en tus propias manos hará que seas una persona más íntegra y calmada. Te dará la tranquilidad de aceptar quien eres, sin importar que seas bajito, gordito, muy alto o no te hayas peinado. Incluso serás más productivo.
Manejar nuestro propio destino es fascinante. Es mucho más emocionante y es todo un desafío pensar que tenemos el control de nuestra vida.
Además es muy divertido porque aprendes a ver las cosas de una manera mucho más ligera porque sabes que puedes cambiar el curso cuando sea necesario.
Y esa es razón suficiente para sonreir.
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Nota choco budista: No guardar rencor y no desear que el tiempo regrese, es no apegarse al pasado. El desapego es una de las bases más importantes del budismo.
Ser conscientes del control sobre nuestras acciones y dominar impulsos negativos forma parte del Camino Óctuple, en la forma de Visión Correcta y Acción Correcta,
Suele ser un lugar muy cómodo y el pretexto perfecto para no evolucionar, pero curiosamente a veces sumergirse totalmente en ese lodo es lo que nos ayuda a salir, aunque claro, habrá que cuidarse de no permanecer más tiempo del necesario en ese pantano.
Saludos!