5 tips para vivir una oficina más feliz.

3 de septiembre de 2012
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Insisto mucho en que el Dharma se vive día, día en nuestro entorno habitual y para hacer eso necesito ver todo con ojos de compasión y bondad o benevolencia (kindness en inglés) y para eso se necesita práctica, una menta clara, cojones y mucha ecuanimidad también. Eso suena bien ¿Pero cómo lo hago en mi vida diaria? Tomemos como ejemplo

Insisto mucho en que el Dharma se vive día, día en nuestro entorno habitual y para hacer eso necesito ver todo con ojos de compasión y bondad o benevolencia (kindness en inglés) y para eso se necesita práctica, una menta clara, cojones y mucha ecuanimidad también.

Eso suena bien ¿Pero cómo lo hago en mi vida diaria?

Tomemos como ejemplo una junta en la oficina, llego y en vez de sentarme y compartir el chisme del día, revisar mi facebook o jugar con mi smartphone,  quejarme del proyecto, predisponerme a que la junta estará de flojera y/o comenzar a juzgar a los asistentes…

1. Llego a la junta, sereno, con la mente enfocada en el momento presente y dejo a un lado mi status de facebook y cualquier cosa que me distraiga. De otra forma me estoy perdiendo la vida frente a mí.

2. Dejo de juzgar y etiquetar a l@s asistentes: Porque ninguna de esas 2 cosas nos hace bien ni a ell@s ni a mí, en lugar de eso pienso que cada un@ (igual que yo) está buscando sentirse feliz, en donde y como crea que lo va encontrar y que no soy nadie para juzgar su búsqueda y que puedo ser de mucha ayuda si ofrezco un trato lleno de amabilidad sincera y una sonrisa. Eso es parte de la compasión aplicada.

3. No comparto el chisme del día: Porque sé que esas palabras están pensadas para hacer daño a alguien (por mínimo que sea)  y porque no me gustaría estar del otro lado del chisme. Lo siento, echar el chal no tiene NADA de positivo, no es  lo mismo que  ponerse al corriente del bienestar del otr@, donde la charla versa sobre lo bueno que le está sucediendo  a otra persona o sobre las dificultades que está atravesando SIN ALEGRARNOS O BURLARLOS de su situación y SÍ deseando que esté  feliz y bien lo más pronto posible (a veces participando en ello)  eso es parte de la bondad aplicada.
Un ejemplo de chisme es: «¿Sabes que fulanita se está tirando a menganito?

4. Evito quejarme del proyecto, la duración de la junta y/o la habilidad del cliente para plasmar sus necesidades, evito convertir los asuntos «adversos» o «complicados» del asunto en límites para mí, al contrario los veo como oportunidades para entrenar a mi mente a mantenerse clara, enfocada y serena para poder co-crear con lo que la vida me presenta.

5. Sonrío y no le presto atención a lo que me dice mi ego o el ego de los demás. Me mantengo sonriente y ecuánime, no me creo ni más  ni menos que nadie, estoy consciente que lo que hago lo hago para estar más feliz conmigo mismo y con mi entorno y que no es una cruzada para cambiar el mundo.

Trato de que estas 5 cosas sean parte de mi día a día en la oficina y desde que lo hago me siento mejor y a veces hasta se ha contagiado este bienestar a mis compañer@s.

Como siempre no me crean, póngalo a prueba y saquen sus propias conclusiones.

kidbuda
medita y desafía 

 

 

 

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Cometarios a "5 tips para vivir una oficina más feliz."

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  2. Hola 🙂

    Comparto y he practicado mucho estos tips que das, me resulta a veces dificil por que parezco bicho raro jaja pero creo en verdad que es una forma de vivir honesta.
    P.D. Por cierto, me podrias enviar tu libro a mi correo , hablamos en integralmente acerca del ego…

    Saludos